Ningún producto
Estos precios se entienden IVA incluído
Los orígenes de Bodegas Carlos Serres se remontan a finales del siglo XIX cuando el négociant francés Alphonse Vigier abandonó la Rioja y cedió la empresa a sus dos socios: Charles Serres y Cipriano Roig. Estos decidieron permanecer dentro del negocio y dar un paso adelante como elaboradores de vinos finos. En 1896 la empresa quedó registrada bajo el nombre de Cipriano Roig hasta que seis años más tarde el apellido Serres completara el nombre de la bodega. En 1923 la empresa pasó a llamarse Roig y Serres. Años más tarde Carlos Serres Díaz, hijo del anterior propietario, cambió el nombre por el de Bodegas Carlos Serres.
A pesar de no poseer viñedos propio, Carlos Serres siempre dispuso de una excelente selección de los mejores majuelos de viticultores de Haro y de la mejor uva de las cooperativas de la Rioja Alta. Su producción abarcaba todo tipo de elaboraciones, entre las que destacaban los rosados de estilo tradicional que durante décadas estuvieron presentes en todos los hogares españoles.
Sin embargo, la gama de vinos tradicionales de larga crianza eran los más interesantes. Destacaba el popular Carlomagno Reserva; un tinto que con 55 meses de barrica presentaba un estilo maduro y listo para beber desde el primer día de venta. El Gran Reserva Carlos Serres era el orgullo de la bodega y uno de los vinos con más personalidad de Rioja. La pureza de la uva tempranillo, mayoritaria en su ensamblaje final, configuraba un tinto poco habitual, concentrado, con mucho color, lleno de tanino y con una capacidad de guarda que llegó a ser legendaria.
Vinos históricos: Carlos Serres Clarete Extra 3º Año, Carlos Serres 5º Año, Carlomagno Reserva, Carlos Serres Gran Reserva.